Una de las estrategias más utilizadas hoy en día por los ciber delincuentes es la ingeniería social o, en otras palabras, explotar el factor humano para conseguir un objetivo.
La ingeniería social define a cualquier acción que realiza un criminal dónde, utilizando una diversidad de técnicas, convence a la víctima de hacer algo que va a resultar en un perjuicio. Este tipo de ataques normalmente buscan una de tres cosas: dinero, información o acceso a algo.
Sin entrar en mucho detalle la pregunta es… ¿cómo nos protegemos entonces? Las claves se pueden resumir en lo siguiente:
- Desconfía de toda comunicación que no hayas iniciado tú y venga de un contacto desconocido. Un mensaje de texto o WhatsApp de un número que no conoces diciendo que es un familiar, una llamada telefónica diciendo que son de tu empresa de la luz, son algunos ejemplos
- Diles que les contactas tú de vuelta. Pero no lo hagas al mismo número, si no al que tengas tú de contacto. Imagina que dicen ser de tu compañía de la luz: busca el número de atención al cliente y llama ahí para confirmar. Si dicen ser un familiar, llámale al número que tengas en tus contactos.
- No hagas caso a la presión y las prisas. Las ofertas que hay que tomar una decisión en minutos o se pierden son una de las formas más típicas de engaño. No cedas a las prisas.
En general, los atacantes cortaran la comunicación cuando vean que no estás cayendo en su trampa o cuando les pidas tiempos. Después es muy importante informar a las autoridades para que vayan recopilando datos de estos criminales.
Aunque parezca que no sirve de nada, estos grupos se acaban desarticulando cuando las autoridades tienen información suficiente y para ello es necesario que todo el mundo colabore.
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